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El dolor hepático puede ser ocasionado por varios problemas, desde cosas simples como tomar demasiado hasta enfermedades graves como el cáncer de hígado. Con esto en mente, primero debes usar algunas soluciones simples en casa. Si el dolor no desaparece o si empeora, debes buscar tratamiento médico. Con el cuidado apropiado, debes poder aliviar el dolor hepático.

Método 1
Método 1 de 3:

Tratar el dolor hepático leve en casa

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  1. En algunos casos, se puede aliviar el dolor hepático hidratando el cuerpo. Tomar agua tibia puede ayudarle a tu hígado a funcionar mejor ayudándole a eliminar las toxinas con más eficacia. Tomar más agua es sumamente útil si el dolor hepático es ocasionado por los tragos, puesto que este dolor normalmente es provocado por la deshidratación. [1]
    • Debes tomar 2 a 3 litros (0,5 a 0,8 galones) de agua todos los días para mantenerte sano. Si tienes un dolor hepático no has estado tomando tanta agua, conviértelo en tu objetivo. [2]
  2. Si sientes dolor en el hígado, con frecuencia puedes aliviar parte del dolor posicionando tu cuerpo de una forma diferente. Recostarte o estirarte puede retirar parte de la presión en el hígado, lo cual a su vez disminuirá el dolor. [3]
    • Esta solo es una solución temporal para el dolor hepático.
  3. Estos alimentos pueden aumentar el dolor hepático porque obligan al hígado a funcionar más de lo que debería. Una de las funciones del hígado es procesar la grasa. Por lo tanto, agregar más a este proceso puede inflamar más este órgano. [4]
    • Por otro lado, algunos alimentos excelentes para el funcionamiento del hígado son las frutas cítricas y las verduras crucíferas, como las coles de Bruselas. El consumo de estos alimentos podría no aliviar el dolor inmediatamente, pero mejorarán la salud hepática. [5]
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    Reduce tu ingesta de azúcar. Demasiada azúcar puede afectar el hígado o empeorar algunos problemas hepáticos, como el hígado graso. Mientras trates de curar tu hígado o reducir el dolor, evita los alimentos con azúcar u otros carbohidratos refinados. Entre ellos se encuentran la gaseosa, los productos de panadería, el helado y las salsas embotelladas. [6]
  5. Aunque a menudo el primer instinto es tomar un analgésico cuando hay dolor, no es buena idea si tienes un dolor hepático. Los analgésicos de venta libre como el acetaminofén y el ibuprofeno pueden aumentar los problemas hepáticos en lugar de aliviarlos, puesto que cargan ese órgano en particular. [7]
    • Se sabe que tomar demasiado acetaminofén en particular causa daños hepáticos. Si debes tomarlo, asegúrate de tomar la dosis recomendada o menos. [8]
  6. Si el hígado te duele por tomar demasiado alcohol, dejar de tomar puede ayudarte a eliminar el dolor. Esto le permitirá a tu cuerpo recuperarse del trabajo excesivo y a recuperar su funcionamiento normal.
    • Corres el riesgo adquirir una enfermedad hepática relacionada con las bebidas si tomas más de 45 ml (1,5 onzas líquidas) de alcohol todos los días. [9]
    • Hay algunos problemas hepáticos causados por el alcohol que se pueden revertir simplemente dejando de tomar. Por ejemplo, el hígado graso y la inflamación se pueden solucionar no tomando 6 semanas. Sin embargo, las enfermedades hepáticas más graves provocadas por los tragos, como la cirrosis, no se pueden solucionar simplemente con la abstención. [10]
  7. Hay remedios que podrían aliviarte un poco el hígado, pero no se ha comprobado científicamente que detienen el dolor hepático. Es probable que no te hagan daño si los tomas según las indicaciones, pero sin duda alguna no está garantizado que funcionen. [11]
    • Por ejemplo, toma un suplemento natural que indique que está diseñado para mejorar la salud hepática. Por lo general, contienen una combinación de cardo mariano, raíz de diente de león y schizandra, además de las vitaminas B, C y E. [12]
    • Si padeces una enfermedad hepática u otro problema de salud diagnosticado con el hígado, no debes tomar ningún remedio natural sin primero consultar con tu médico. [13]
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Método 2
Método 2 de 3:

Recibir asistencia médica para el dolor hepático

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  1. Aunque solo tengas un dolor hepático leve, debes consultar con un médico si persiste. El médico te preguntará acerca de tus síntomas y te realizará un examen físico. Este examen normalmente incluye someter a prueba tus signos vitales básicos y palpar el hígado para ver si está inflamado.
    • Las mujeres mayores de 40 debe acudir al médico para ver si padecen la enfermedad de la vesícula biliar. Las mujeres obesas corren mayor riesgo.
    • Recibe asistencia médica de emergencia inmediatamente si el dolor es intenso y aparece junto con náuseas, mareos o alucinaciones. Esto podría indicar un problema potencialmente mortal. [14]
  2. Si el médico sospecha que tienes un problema con el hígado, podría realizarte varias pruebas en ese órgano específico. Estas pruebas podrían incluir una combinación de pruebas del funcionamiento del hígado e imágenes de este órgano. [15]
    • Si las pruebas preliminares muestran un problema con el hígado, el médico podría pedirte una biopsia del hígado para inspeccionar las células de ese órgano.
  3. Si tienes un dolor hepático constante, es importante que le preguntes al médico cómo eliminarlo o disminuirlo más adelante. El médico podría recetarte un analgésico seguro para tu hígado y aconsejarte sobre cómo reducir el dolor con cambios en tu estilo de vida. [16]
    • Es probable que necesites tanto medicamentos como cambios en tu estilo de vida, como bajar de peso o seguir una dieta especial, para tratar el dolor hepático.
    • El médico podría decirte que tomes analgésicos. Asegúrate de seguir sus recomendaciones en cuanto a la dosis, puesto que exceder la dosis recomendada podría dañar tu hígado.
  4. Si tienes un dolor hepático debido a una enfermedad específica, es probable que al tratar esta enfermedad disminuyas el dolor. Sigue las sugerencias de tu médico en cuanto al tratamiento y mantenlo al día con los cambios en tu problema.
    • El tratamiento médico variará dependiendo de la causa del dolor. Si tienes una enfermedad menos grave, como el hígado graso no alcohólico, podría controlarse solo llevando una dieta más saludable y reduciendo tu colesterol. Las enfermedades más graves, como el cáncer de hígado, requerirán tratamientos más serios e invasivos, como un trasplante de hígado. [17]
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Método 3
Método 3 de 3:

Identificar el dolor hepático

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  1. El hígado se ubica en la parte superior del abdomen, debajo de los pulmones y arriba del estómago. Si te duele esa área, el dolor podría provenir del hígado. [18]
  2. Como el hígado está a la derecha del cuerpo, es probable que el dolor sea más agudo a la derecha. Si el dolor es más generalizado, podría provenir de otro órgano. [19]
  3. Hay varias enfermedades que normalmente causan dolor hepático. Si tienes un dolor abdominal y padeces una de estas enfermedades, es probable que el dolor se origine en tu hígado: [20]
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