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Si te interesa hacer algo de herrería básica, aquí verás las técnicas básicas para que puedas hacerlo en tu propio patio trasero. Existen consejos para trabajar el acero, tipos de herramientas y algunas advertencias claras para trabajar con él.

  1. Se puede construir una simple fragua dando un golpe de aire de cualquier tipo que sea lo suficientemente fuerte como para resistir cualquier tipo de fuego, pero lo mejor es el carbón o el carbón vegetal (no briquetas).
  2. Asegúrate de no usar acero galvanizado. El acero galvanizado tiene una capa de zinc para protegerlo del óxido y la corrosión. El zinc tiene una temperatura de fusión mucho más baja que el acero y, una vez calentado, adoptará un color amarillo verdoso y producirá un humo blanco y espeso. Este humo es el zinc ardiendo, el cual al ser inhalado podría producir la “fiebre del humo metálico”. Si optar por acero galvanizado, asegúrate de usar un respirador y de usarlo en un área bien ventilada. Una forma de verificar si es galvanizado o no es revisando los siguientes aspectos:
    • 1. ¿Es brillante? Si es brillante, lo más probable es que esté cubierto por un recubrimiento tóxico.
    • 2. ¿Está indicado así en el paquete o la etiqueta?
    • En caso de duda, asegúrate de consultar con tu proveedor antes de sufrir una posible lesión. Asegúrate de que tengan 1 m (3 pies) de largo para que puedas sujetar una parte fría del acero mientras forjas los extremos u otras partes de la barra.
  3. Un martillo se puede conseguir fácilmente en ventas de garaje, tiendas de antigüedades o tan solo un simple martillo de bola de la ferretería de tu zona funcionará, siempre y cuando la cara del mismo sea lisa y no tenga ninguna muesca. Si tu martillo tiene muescas, tendrás que lijarlas para desaparecerlas. Por ahora, todo lo que necesitas es un martillo, y un buen par de alicates o pinzas funcionarán como tenazas. Si tienes suerte como para tener un yunque, está perfecto, pero si no, podrás trabajar bien con una parte de un riel de ferrocarril o cualquier pieza de acero grande y pesada con una cara plana (a estos objetos se les conoce como objetos formados en yunque, ASO, por sus siglas en inglés).
  4. Recuerda tener cuidado, ¡es fuego! Hazlo afuera en un espacio abierto, libre de maleza y de otras cosas que pudieran prenderse fácilmente. Ten una manguera de jardín, cubetas con agua o un extinguidor listo. Construye un buen pozo, cavando un agujero poco profundo y cubriéndolo alrededor con piedras, o usa una parte de 30 cm (1 pie) de un cilindro de 210 l (55 galones).
  5. Espera pacientemente, revisando el color del acero frecuentemente. El acero se debe colocar cerca al golpe de aire pero no tanto como para que el aire no sople directamente hacia la pieza.
  6. Cuando las varillas y los pedazos de metal se hayan tornado color anaranjado oscuro y amarillo claro (casi blanco), querrá decir que han alcanzado una temperatura de trabajo óptima.
  7. Algunas técnicas para principiantes que puedes probar incluyen volver redonda una barra cuadrada, volver cuadrada una barra redonda, ahusar (lo cual quiere decir hacer que los extremos sean puntiagudos, cuanto más bonita y delgada esté la pieza, será mejor), aplanar (cuanto más uniforme sea el grosor, mejor) y tan solo giros generales (espirales) y dobleces.
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Consejos

  • ¡Pide ayuda si la necesitas! ¡Te sorprenderás de lo que tu mamá y tu papá saben!
  • El acero que se puede utilizar es varillas sin pintar, resortes de acero, resortes de hojas y todo tipo de piezas de acero sin pintar. Ciertamente hay bastante en el mundo así que conviértelo en algo y ayuda al medio ambiente. Los herreros fueron recicladores antes de que el reciclaje se inventara.
  • Tómate tu tiempo.
  • Piensa de manera lógica para resolver problemas que pudieran surgir.
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Advertencias

  • Nunca calientes acero galvanizado con zinc o níquel. Los metales pesados al calentarlos se transforman en un gas tóxico que contiene metales pesados extremadamente peligrosos que si se inhalan pueden causar enfermedades ¡o incluso la muerte!
  • Nunca utilices un metal que contenga aire. Se puede expandir, haciendo a veces que explote, lo cual puede provocar serias quemaduras, heridas y la muerte.
  • ¡Ten cuidado!
  • Al enfriar tubos de hierro o de acero en una cubeta con agua, apunta la apertura hacia otro lado que no sea hacia ti para evitar que te quemes con el vapor caliente.
  • No utilices acero galvanizado. Este emana un humo muy tóxico cuando se calienta. Este humo te puede matar. No utilices acero, chapas metálicas, clavos o barras galvanizadas, ¡no utilices nada galvanizado!
  • El fuego es peligroso y también lo es el metal caliente, así que no los dejes desatendidos.
  • El calor más peligroso es el llamado calor negro. No es el rojo vivo pero puede estar por encima de los 200 grados Celsius (400 grados Fahrenheit), lo suficientemente caliente para quemarte seriamente.
  • Enfría todos los metales en agua cuando hayas terminado de forjar al final del día.
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Cosas que necesitarás

  • Herramientas (de yunque o ASO), pinzas o tenazas, uno o dos martillos, uno grande y uno pequeño.
  • Acero para trabajarlo, no galvanizado (lee las advertencias más arriba)

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