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Puede ser aterrador escuchar al médico decir que tienes una vena bloqueada causada por un coágulo de sangre, pero ten en cuenta que hay tratamientos médicos y caseros disponibles. Con la orientación del profesional, puedes controlar una obstrucción que no sea de emergencia si modificas tu nivel de actividad, tu dieta y tomas medicamentos, vitaminas o suplementos. Sin embargo, si se te diagnostica una TVP (trombosis venosa profunda), una obstrucción de una de las grandes venas de las piernas o de otra parte, debes recibir atención médica inmediata y seguir de cerca el plan de tratamiento de tu médico.

Método 1
Método 1 de 2:

Tratar los casos no urgentes

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  1. Si tu médico te diagnostica una obstrucción de las venas que no es una emergencia inmediata, es posible que te recete una combinación de medicamentos y cambios en el estilo de vida, en lugar de intervenciones médicas o quirúrgicas más importantes. A menudo, esto incluye la prescripción de un medicamento anticoagulante, que diluirá la sangre y ayudará a prevenir tanto el crecimiento del coágulo actual que bloquea las venas como la aparición de nuevos coágulos. [1]
    • Los medicamentos anticoagulantes más comunes son la enoxaparina (Lovenox), la warfarina (Coumadin) y la heparina. Son muy eficaces en muchos casos.
    • Los anticoagulantes suelen requerir frecuentes análisis de sangre para ayudar a ajustar la dosis de medicación que necesitas.
    • Debido a que los anticoagulantes pueden causar complicaciones, como una hemorragia excesiva, es posible que tu médico no te prescriba uno de estos medicamentos si tienes un coágulo de bajo riesgo (como un coágulo debajo de la rodilla que no causa ningún síntoma). [2] Habla con tu médico sobre los posibles riesgos y beneficios del uso de anticoagulantes.
  2. Salvo cuando duermes por la noche, intenta no sentarte, recostarte e incluso permanecer de pie durante más de una hora. Al menos una vez por hora, tómate de dos a cinco minutos para levantarte, moverte, estirarte y hacer algunos ejercicios ligeros. [3]
    • Si estás en el sofá viendo la televisión, levántate y camina o haz ligeros estiramientos durante las pausas publicitarias. Si estás en tu escritorio en el trabajo, pon un temporizador cada 60 minutos y haz lo mismo durante dos a cinco minutos.
    • Si estás en un vuelo largo, levántate una vez por hora y muévete por la cabina para evitar los coágulos. Si estás atrapado en tu asiento durante un largo periodo debido a las turbulencias, haz ejercicios sentado como rotar los tobillos, levantar las rodillas o alternar la elevación de los talones y las puntas de los pies. [4]
    • Si tienes obstrucciones en las venas de las piernas, tu médico puede recomendarte una serie de movimientos y estiramientos de las piernas que debes realizar con regularidad, como rotaciones de tobillos, pedaleo, movimiento de talón a punta, elevaciones de rodillas y masajes en las pantorrillas.
    • Levantarse y moverse con regularidad es bueno para tu salud, tanto si tienes las venas obstruidas como si no.
  3. Las obstrucciones de las venas pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, pero las piernas son uno de los lugares más comunes. Si tienes una obstrucción de las venas de la parte inferior del cuerpo (y posiblemente si la obstrucción está en otra parte), tu médico puede recomendarte que uses medias de compresión recetadas y que mantengas los pies elevados mientras estás acostado. [5]
    • Las medias de compresión ayudan a reducir la hinchazón que suele causar la obstrucción de las venas, y también ayudan a prevenir futuros coágulos de sangre en la zona. Es probable que te recomiende que las lleves durante el día durante meses o incluso años.
    • Mantener los pies elevados tan solo 2,5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) por encima de las caderas mientras duermes o estás acostado puede ayudar a reducir tanto la hinchazón como la probabilidad de futuros coágulos. Puedes poner una almohada bajo los pies mientras duermes, por ejemplo.
    • La compresión y la elevación también pueden ayudar con las obstrucciones en la parte superior del cuerpo (como en los brazos). Pídele a tu médico que te enseñe a utilizar mangas de compresión y mantén la extremidad afectada por encima del corazón en la medida de lo posible.
  4. Sigue un régimen semanal de ejercicios cardiovasculares y de fuerza. La recomendación general para los adultos es realizar al menos 150 minutos de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada a la semana, y realizar dos o tres sesiones de entrenamiento de fuerza (de 30 a 60 minutos) a la semana. Tu médico te aconsejará si debes tener objetivos semanales diferentes, en función de la obstrucción venosa y otras circunstancias de salud. [6]
    • Hacer cardio de "intensidad moderada" significa que puedes hablar, pero que respiras con la suficiente fuerza como para que sea difícil mantener una conversación e imposible cantar una canción. Caminar rápido, trotar con suavidad y andar en bicicleta o nadar con facilidad se consideran normalmente como cardio de intensidad moderada.
    • El entrenamiento de fuerza puede incluir pesas libres, máquinas, bandas de ejercicios, pesas de mano o ejercicios de peso corporal.
    • El ejercicio mejora la circulación, lo que ayuda a detener el crecimiento de cualquier coágulo sanguíneo actual y el desarrollo de otros nuevos.
  5. Mantente adecuadamente hidratado al beber agua durante todo el día. Bebe un vaso lleno de agua por la mañana, antes de las comidas y durante las mismas, y toma sorbos a lo largo del día antes de sentir sed. Además, come alimentos saludables con alto contenido de agua, como frutas y verduras frescas. [7]
    • Cuando tu cuerpo está correctamente hidratado, las venas están mejor lubricadas. Esto hace que el crecimiento de bloqueos nuevos o existentes sea menos probable.
    • Las bebidas distintas del agua también proporcionan hidratación, pero debes limitar o eliminar el consumo de alcohol, según las indicaciones de tu médico. El alcohol puede interferir con cualquier medicamento anticoagulante que estés tomando.
  6. Come alimentos que puedan ayudar a limitar o prevenir el crecimiento de coágulos de sangre . Algunos alimentos tienen propiedades anticoagulantes probadas o potenciales, mientras que otros tienen propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar la salud de las venas. Al mismo tiempo, algunos alimentos que por lo demás son saludables, como los ricos en vitamina K, deben vigilarse estrechamente si se toma una medicación anticoagulante. Consulta a tu médico y a un dietista titulado para diseñar el mejor plan dietético para tu situación.
    • Los alimentos comunes que combaten la obstrucción de las venas incluyen alimentos ricos en omega 3 (como el salmón y las nueces), alimentos ricos en flavonoides (como el chocolate negro), antiinflamatorios (como el ajo y la cúrcuma), alimentos ricos en antioxidantes (como el pomelo y la granada) y otros alimentos (como las uvas, las cerezas, los arándanos, la piña, el kiwi, las manzanas, las batatas y los frijoles).
    • Los alimentos como las espinacas, la col rizada y otras verduras de hoja oscura contienen grandes cantidades de vitamina K, que es esencial para la capacidad de coagulación de la sangre. Especialmente si estás tomando una medicación anticoagulante, es importante que consumas una cantidad constante de vitamina K cada día. Trabaja con el médico para planificar tu consumo de vitamina K.
  7. Algunos suplementos y vitaminas pueden ayudar a tratar las venas obstruidas, pero otros pueden interferir con tus medicamentos o causar otros problemas de salud. Infórmale al médico sobre todas las vitaminas y suplementos que tomes actualmente, y sigue sus consejos con respecto a los cambios o adiciones que debes hacer. [8]
    • Puede que, por ejemplo, te aconseje tomar un suplemento de omega 3 de 500 mg una o dos veces al día. Los ácidos grasos omega 3 tienen propiedades anticoagulantes.
    • Puedes tener un riesgo elevado de sufrir coágulos sanguíneos debido a un nivel elevado de homocisteína. Tomar una dosis diaria prescrita de vitamina B6, vitamina B12 y ácido fólico puede ayudar a reducir tu nivel de homocisteína.
    • Los suplementos de Ginkgo biloba pueden ayudar a diluir la sangre, pero solo deben tomarse con la recomendación de tu médico.
  8. Si te han diagnosticado una obstrucción venosa que no es de emergencia y los síntomas empeoran, busca ayuda médica de inmediato. Si no has sido diagnosticado y experimentas síntomas graves, haz lo mismo. Los coágulos de sangre que bloquean las venas pueden desprenderse y alojarse en otras partes del cuerpo, causando potencialmente daños catastróficos o incluso mortales. [9]
    • Los coágulos de sangre en la zona abdominal pueden causar dolor intenso, vómitos, diarrea y heces con sangre.
    • Los coágulos de sangre en los brazos o las piernas pueden causar hinchazón, sensibilidad y decoloración.
    • Los coágulos de sangre en el cerebro pueden causar problemas de habla o visión, desorientación, mareos, debilidad o parálisis y convulsiones.
    • Los coágulos de sangre en el corazón pueden provocar dolor torácico irradiado, dificultad para respirar, latidos irregulares y sudoración intensa.
    • Los coágulos de sangre en los pulmones pueden provocar dolor torácico irradiado, dificultad para respirar, pulso acelerado y tos con sangre.
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Método 2
Método 2 de 2:

Tratar la trombosis venosa profunda

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  1. El tipo de obstrucción venosa conocido como TVP es un problema médico grave que debe tratarse de inmediato. Si tienes síntomas y no puedes ponerte en contacto con tu médico inmediatamente, acude al servicio de urgencias del hospital más cercano o llama a los números de emergencia . [10]
    • Los posibles síntomas de la TVP incluyen hinchazón (generalmente en una sola extremidad), dolor y, a veces, enrojecimiento o decoloración de la piel cerca del coágulo. Aunque la TVP puede producirse en cualquier parte, es más frecuente en las piernas.
    • Se corre un riesgo elevado de padecer una TVP si estás hospitalizado, te has sometido hace poco a una intervención quirúrgica, eres anciano o estás inmóvil, tienes sobrepeso u obesidad, tienes o has tenido antecedentes familiares de coágulos sanguíneos, estás embarazada o has dado a luz recientemente, tomas anticonceptivos hormonales o medicamentos de sustitución hormonal, o has sufrido una lesión hace poco tiempo.
    • La obstrucción que provoca la TVP puede liberarse y llegar a los pulmones, provocando una embolia pulmonar (EP) potencialmente mortal. Los síntomas de la embolia pulmonar incluyen dolor en el pecho, dificultad para respirar y tos con sangre. Sin embargo, con un tratamiento rápido, es mucho menos probable que esto ocurra.
  2. Para diagnosticar la TVP y determinar su localización, tu equipo médico probablemente empezará haciendo una simple ecografía no invasiva. Si es necesario, es posible que luego realicen pruebas diagnósticas adicionales como las siguientes: [11]
    • Usonografía dúplex, que es similar a una ecografía estándar pero puede rastrear con mayor precisión el flujo sanguíneo.
    • Prueba de sangre de dímero D, que analiza una muestra de sangre en busca de fragmentos de coágulos que se han liberado.
    • Venografía de contraste, que consiste en inyectar un tinte de contraste en el torrente sanguíneo y luego someterse a una serie de radiografías.
  3. Dependiendo de la localización, la gravedad y otros factores relativos a la TVP, tu equipo médico generalmente iniciará el tratamiento con uno o más medicamentos. Estos pueden incluir, entre otros, uno o más de los siguientes: [12]
    • Heparina. Se trata de un anticoagulante que diluye la sangre y ayuda a aflojar el coágulo. Puede administrarse por inyección o por vía intravenosa, y requiere una estrecha vigilancia posterior, lo que significa que quizás tengas que permanecer en el hospital entre 3 y 10 días.
    • Heparina de bajo peso molecular (HBPM). Esta opción funciona de forma similar a la heparina tradicional, pero requiere un control menos riguroso. Esto significa que puedes volver a casa en lugar de permanecer en el hospital.
    • Warfarina. Se trata de un anticoagulante en forma de píldora que actúa más lentamente y de forma menos agresiva que la heparina. Es posible que te receten una dosis diaria de warfarina durante días, semanas o permanentemente, y tendrás que hacerte análisis de sangre con una frecuencia de dos a tres veces por semana mientras estés tomándola.
    • "Destructores de coágulos" como el TPA. A diferencia de los anticoagulantes, estos actúan activamente para romper un coágulo de sangre. Se administran por vía intravenosa, se reservan para los casos más graves y requieren una estrecha vigilancia en el hospital.
  4. Si no puedes utilizar anticoagulantes debido a otros factores médicos, si los fármacos no son eficaces o si tu TVP es grave y requiere una intervención quirúrgica, es posible que necesites la colocación quirúrgica de un filtro venoso en la vena cava inferior, la gran vena que lleva la sangre al corazón desde la parte inferior del cuerpo. Esto puede ayudar a evitar que los coágulos se desplacen de las piernas a los pulmones. Aunque esto suena extremadamente invasivo, en realidad se puede hacer con un catéter que se pasa a través de una pequeña incisión en la ingle o el cuello mientras estás despierto. [13]
    • El filtro en sí es básicamente un dispositivo de malla suave que deja pasar la sangre, pero evita que el coágulo pase y se aloje en los pulmones.
    • Es posible que tengas que tener el filtro colocado durante un periodo prolongado o muy breve, dependiendo de tu estado. Sin embargo, estos filtros no suelen dejarse colocados de forma permanente. Una vez que el médico considere que es seguro retirar el filtro, lo sacará básicamente de la misma manera que lo colocó, a través de un catéter en el cuello.
    • Es raro que estos filtros causen algún dolor o molestia. Probablemente ni siquiera podrás notar que está ahí haciendo su trabajo.
  5. Como parte del tratamiento de la TVP, el equipo médico probablemente te prescribirá una serie de ajustes. Estos cambios son similares a los que se aconsejan a cualquier persona con una vena obstruida debido a un coágulo de sangre, incluidos los casos que no son de emergencia. Mejorarás aún más tus ya buenas probabilidades de recuperarte con éxito si tomas medidas sencillas como las siguientes:
    • Muévete al menos una vez por hora y eleva los pies por la noche.
    • Usa medias de compresión durante el día.
    • Sigue un programa semanal de ejercicios de cardio y fuerza.
    • Mantente hidratado al beber agua.
    • Come alimentos y toma vitaminas y suplementos que puedan ayudar a prevenir el crecimiento de los coágulos de sangre.
    • Bebe mucha agua para mantenerte hidratado.
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Consejos

  • Es más probable que desarrolles una trombosis venosa profunda si tienes una combinación de factores de riesgo que incluyen episodios regulares de inmovilidad prolongada, una condición médica que hace que la sangre se coagule fácilmente (como el cáncer o una enfermedad inflamatoria) y lesiones en las paredes de los vasos sanguíneos (por ejemplo, como resultado de una cirugía o inflamación). Si se te forman coágulos a pesar de ser joven, estar sano y no tener ninguno de estos factores de riesgo, habla con tu médico para que verifique si tienes una predisposición genética a la coagulación.
  • Informa al médico si tienes antecedentes familiares de coágulos. Si las pruebas revelan que tienes factores genéticos que contribuyen al riesgo de desarrollar coágulos, tu médico puede aconsejarte diferentes enfoques de tratamiento basados en esa información (como el tratamiento a largo plazo con medicamentos anticoagulantes).
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