Descargar el PDF Descargar el PDF

Sentir dolor o malestar en el pecho es ciertamente una causa de preocupación, ya que puede ser una señal de alguna enfermedad pulmonar o cardiaca. Sin embargo, a menudo, los dolores que se experimentan en el torso superior son causados por problemas menos graves, tales como la indigestión, el reflujo ácido y la distensión muscular. Saber diferenciar entre el dolor causado por un problema pulmonar y aquel dolor causado por un desgarro muscular es bastante sencillo si sabes cuáles son los síntomas comunes que evidencian a cada uno de estos problemas. Si tienes alguna duda acerca de lo que causa tu dolor de pecho, especialmente si este empeora o tienes factores de riesgo cardiaco tales como la diabetes, la presión alta, el colesterol alto u obesidad, reserva una cita con tu doctor lo más pronto posible para que te realice un examen físico.

Parte 1
Parte 1 de 2:

Entender los diferentes síntomas

Descargar el PDF
  1. Por lo general, la aparición del dolor muscular es muy diferente a aquella del dolor pulmonar. Los desgarros musculares moderados o graves suelen causar dolor de inmediato, mientras que las distensiones leves suelen tomar uno o más días para evidenciar dolor. El dolor muscular casi siempre está asociado con un esfuerzo excesivo o algún tipo de trauma, de modo que la causalidad suele ser obvia. Este tipo de dolor generalmente se describe como agudo y similar a una descarga eléctrica, además de estar relacionado con el movimiento. Por otra parte, el dolor pulmonar causado por una enfermedad o condición aparece de manera gradual y está precedido por otros síntomas, tales como falta de aire, respiración sibilante, fiebre o malestar general (fatiga). [1] Además, por lo general, el dolor pulmonar no se puede atribuir a un momento o evento específico y tiende a ser más constante.
    • Los accidentes automovilísticos, los resbalones y caídas, los traumas deportivos (fútbol, rugby, hockey sobre hielo) y levantar demasiado peso en el gimnasio son actividades que pueden desencadenar un dolor repentino.
    • El cáncer pulmonar, las infecciones e inflamaciones empeoran gradualmente (con el pasar de los días o meses) y se relacionan con muchos otros síntomas. El neumotórax es una condición pulmonar potencialmente mortal que surge gradualmente.
  2. Muchos problemas o enfermedades pulmonares pueden causar dolor de pecho, entre los cuales se encuentran cáncer pulmonar, infecciones pulmonares (neumonía o bronquitis bacteriana y viral), embolia pulmonar (coágulo de sangre), pleuresía (membranas pulmonares inflamadas), pulmón perforado e hipertensión pulmonar (presión alta en los pulmones). [2] Casi todas estas enfermedades y condiciones causan tos o respiración sibilante. Por otro lado, un desgarro muscular en el pecho o en el torso no desencadenará una tos, aunque podría causar molestia al respirar profundamente si el músculo está junto a una costilla.
    • Toser sangre es común en casos de cáncer de pulmón, neumonía avanzada y perforaciones causadas por un trauma pulmonar. Consigue atención médica de inmediato si ves sangre en tu esputo.
    • Los músculos asociados con las costillas incluyen a los músculos intercostales, oblicuos, abdominales y escalenos. [3] Estos músculos se mueven con la respiración, de modo que las distensiones o desgarros en ellos pueden causar dolor al respirar profundamente, pero no causarán tos.
  3. Los desgarros musculares en el pecho o en el torso superior son comunes si entrenas en un gimnasio o practicas deportes. Es común que la molestia generada por una distensión muscular sea descrita como dolorosa o rígida. Por lo general, esta es unilateral (en un lado del cuerpo) y se ubica con facilidad al palpar el área que rodea a la fuente de dolor. [4] Por lo tanto, debes palpar tu pecho para ubicar el área que genera el malestar. Por lo general, cuando los músculos están lesionados, estos experimentan espasmos y se tensan. Si puedes ubicar el área que genera el malestar, entonces te enfrentas a un desgarro muscular y no a un problema pulmonar. La mayoría de los problemas pulmonares generan un dolor diseminado (a menudo, descrito como agudo) que no puede localizarse en el área externa del pecho.
    • Palpa cuidadosamente el área de las costillas, ya que generalmente estos músculos se desgarran con demasiada rotación o inclinación lateral. Si puedes localizar la fuente del dolor intenso cerca de tu esternón, es probable que te enfrentes a un cartílago roto en las costillas, en lugar de a un simple desgarro muscular.
    • Por lo general, los desgarros musculares solo generan dolor cuando mueves tu cuerpo o respiras profundamente, mientras que los problemas pulmonares (en particular, el cáncer y las infecciones) pueden causar un dolor constante.
    • Los músculos que se ubican directamente arriba de los pulmones incluyen a los músculos pectorales (grupos mayores y menores). Estos músculos pueden distenderse al hacer flexiones de codos o dominadas o al utilizar la máquina de pectorales en el gimnasio.
  4. Quítate la camiseta y la ropa interior y observa tu pecho o torso cuidadosamente en busca de moretones e irritación en la piel. Los desgarros musculares moderados o graves involucran un desgarro parcial de las fibras musculares, las cuales sangran en el tejido adyacente. [5] El resultado es un moretón de color púrpura o rojo que se desvanece con el tiempo hasta volverse amarillento. Asimismo, la presencia de irritación en el torso podría indicar que has sufrido un trauma al practicar un deporte o sufrir una caída. Por otra parte, las enfermedades o problemas pulmonares no involucran moretones visibles, a menos que te enfrentes a un pulmón perforado como resultado de varias costillas rotas.
    • Los desgarros musculares leves raramente dejan moretones o irritación como evidencia, aunque, a menudo, causan un poco de hinchazón localizada.
    • Además de los moretones, los músculos lesionados suelen contraerse o temblar por algunas horas (o incluso días) mientras sanan. Estas "fasciculaciones" son mayor evidencia de un desgarro muscular que de un problema pulmonar.
  5. Muchas causas comunes de dolor pulmonar provienen de microorganismos patógenos (bacterias, virus, hongos y parásitos) o irritantes en el ambiente (asbesto, fibras afiladas, polvo y alérgenos). Por lo tanto, además del dolor de pecho y la tos, un incremento en la temperatura corporal (fiebre) es muy común en la mayoría de los problemas pulmonares. Por el contrario, los desgarros musculares casi nunca afectan la temperatura corporal central, a menos que sean lo suficientemente graves como para causar hiperventilación. Por consiguiente, debes tomarte la temperatura con un termómetro digital sublingual. Las temperaturas orales promedio tomadas con un termómetro suelen ser de aproximadamente 36,8 °C (98,2 °F). [6]
    • Por lo general, las fiebres leves son útiles ya que significan que tu cuerpo intenta defenderse contra las infecciones.
    • Sin embargo, las fiebres altas de 39 °C (103 °F) o más, en el caso de un adulto, son potencialmente peligrosas y deben controlarse de cerca.
    • Las enfermedades pulmonares crónicas y a largo plazo (cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y tuberculosis) solo incrementan la temperatura corporal ligeramente.
    Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 2:

Buscar un diagnóstico médico

Descargar el PDF
  1. A menudo, los desgarros musculares sanan por sí solos después de unos días (o semanas, en el caso de distensiones graves), de modo que, si tu dolor de pecho o torso permanece por más tiempo del debido o si empeora, entonces debes separar una cita con tu doctor. Tu doctor revisará tu historial médico, te realizará un examen físico y escuchará tus pulmones mientras respiras. La respiración sonora (crujidos o sibilancias) es una señal confiable de que algo bloquea tus vías respiratorias (residuos o fluidos) o las hace más estrechas (hinchazón o inflamación). [7]
    • Además de la presencia de sangre al toser y el dolor de pecho al respirar profundamente, otras señales de cáncer de pulmón incluyen ronquera, pérdida del apetito, pérdida relativamente rápida de peso y letargo general. [8]
    • Tu doctor tomará una muestra de esputo (mucosa, saliva o sangre) e intentará cultivarla, tras lo cual se podrá determinar si existe una infección bacteriana (bronquitis o neumonía). No obstante, lo más probable es que te saque una radiografía o te realice exámenes físicos para obtener un diagnóstico.
  2. Una vez que tu doctor descarte un desgarro muscular y sospeche de una posible infección pulmonar, te ordenará sacarte una radiografía de pecho. Esta radiografía ayudará a visualizar costillas rotas, acumulación de fluido en los pulmones (edema pulmonar), tumores en el pulmón y cualquier daño en el tejido pulmonar causado por el consumo de tabaco, irritantes en el ambiente, enfisema, fibrosis quística o episodios anteriores de tuberculosis. [9]
    • El cáncer de pulmón avanzado casi siempre se detecta gracias a una radiografía de pecho, pero, en etapas más tempranas, este puede pasar desapercibido.
    • La radiografía de pecho también podrá confirmar o descartar cualquier otra causa significativa del dolor de pecho: una enfermedad cardiaca.
    • Las radiografías de pecho no mostrarán los desgarros ni las distensiones musculares del pecho o torso superior. Si tu doctor sospecha que tienes un músculo o tendón desgarrado, podría ordenarte un ultrasonido de diagnóstico, una imagen por resonancia magnética (IRM) o una tomografía computarizada (TC).
    • Una tomografía computarizada crea una imagen trasversal de tu pecho, lo que puede ayudar al doctor a diagnosticar tu condición en caso de que el examen físico y la radiografía de pecho no sean definitivos.
  3. Probablemente, tu doctor quiera tomarte muestras de sangre, aunque casi nunca se utilizan como una forma de detectar una enfermedad pulmonar. No obstante, el doctor podría decidir que es necesario extraerte sangre. Una infección pulmonar aguda (bronquitis o neumonía) causará que tus glóbulos blancos se disparen, ya que el sistema inmunitario los utiliza para matar patógenos, tales como las bacterias y los virus. [10] Asimismo, una prueba de sangre te dará una idea de la cantidad de oxígeno en tu torrente sanguíneo, lo cual constituye una medición indirecta de la función pulmonar.
    • Por otra parte, las pruebas de sangre no pueden confirmar ni descartar un desgarro o una distensión muscular, incluso si estos son graves.
    • Las pruebas de sangre no indicarán tu nivel de oxigenación.
    • Una prueba llamada velocidad de sedimentación puede ayudar a determinar si tu cuerpo sufre estrés o padece una condición inflamatoria crónica.
    • Las pruebas de sangre no son tan útiles para diagnosticar el cáncer de pulmón. En cambio, las radiografías y las biopsias de tejido (muestras) son más útiles en estos casos.
    Anuncio

Consejos

  • Cuando el dolor está acompañado de tos con sangre, flema o mucosidad descolorida, tos congestionada y tos persistente, es probable que estos síntomas estén relacionados con un problema pulmonar.
  • La irritación pulmonar puede deberse a la inhalación de irritantes, tal como el humo, o por problemas que irritan los tejidos adyacentes, tal como la pleuresía.
  • Las condiciones relacionadas con la respiración que pueden causar dolor incluyen al asma, el consumo de tabaco y la hiperventilación.
  • A menudo, la hiperventilación ocurre debido a la ansiedad o como una respuesta a una situación de emergencia.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Esta página ha recibido 203 232 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio